Cuando regresé de aquel pasillo, volteé la mirada. El ojo tardó su desliz por el rabillo. No advirtió tus manos. Era tarde. Mis mejillas volaron.
Y yo, quedé callado. Mis piernas pesaban, y no existía la arena, pero tu mar me atraía. Sentía el aire sereno y espeso. Inquieto enfrié mi rostro.
Cruzamos las miradas y las volvimos a guardar en el pecho. La luz parpadeaba aterrorizada con el silencio. Nada en aquel instante osaba mover un músculo.
Rompí tus reglas. Arremetí con fiereza. A pesar de la gravedad del remordimiento. Te besé, te quité el aliento y me marché. Abrupto. Sin palabras.
Y dejando como punto final...ese suspiro agónico de tus labios.
Aquel sonido gutural
Porque tu nunca supiste decir adiós. Tu siempre lo buscaste.
3 comentarios:
la verdad me encanto demasiado me has hecho volar con todas esas palabra la forma ue relatas un momento de felicidad y mas ...
Hola y gracias. ¿Dígame habrá manera de saber quién es usted? =)
Publicar un comentario