Villa Gris

14/7/09

 


Bólido metal ruidoso
traspasas el sonido.
Estáticas estructuras
miran de reojo
la angostura de sus pies.

Entre tus hermanas
nadie puede detenerte.
Tu estornudo ponzoñoso
quiebra a los enanos.
Los asfixia.
Los envuelve en vejez.

El lánguido lamento retumba
¿de qué pueden quejarse?
Si tú fuiste nuestro anhelo,
de algunos padres, de aquellos hijos.

No te apabulles madre
en tu seno me cobijo.
Ciudad, a ti vuelvo.

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